Todos tienen sus propios encuentros, y todos los tendrán. Solo depende de si puedes captarlos, y si eres serio e innovador, cada uno se toma en serio sus propias cosas y las hace bien. En cuanto a la innovación, no mejorará.
Franka Sosani gritó el eslogan de "lujo, experimentación, innovación" y decidió transmitir el concepto de moda a través de imágenes más intensas. "Escucharé las opiniones de los demás, pero tengo que seguir mi propio camino". Con este espíritu original, mantuvo el texto de la revista en un nivel mínimo e introdujo audaces innovaciones en las imágenes.
Antes de esto, las portadas de la versión italiana de "VOGUE" solían ser las mismas fotografías de supermodelos, lo que no sorprendía mucho a los lectores. Y Franka Sosani dijo: "Todas las revistas pueden tener la misma ropa. Vamos a los mismos desfiles, usamos los mismos modelos. Pero si no cambias tu punto de vista, se convertirá en un catálogo de productos más". y no necesitamos otro catálogo de productos”. De esta manera, abrió una nueva VOGUE.
Al comienzo de su carrera, Anna también encontró obstáculos con frecuencia. Las revistas en las que ingresaba cerraron una tras otra o se separaron porque no se soportaban. Finalmente, cuando tenía casi cuarenta años, fue seleccionada por el presidente del Grupo Vogue, quien la contrató específicamente para salvar Vogue, que estaba en crisis por la llegada de la revista francesa elle.
Afirma: "La política y la moda están estrechamente relacionadas. En la portada de cada número de Vogue se puede oler la dirección económica y política actual". Para los jóvenes, el consejo de Anna también es muy relevante: " Como joven, tu mirada debe ser integral y debes estar expuesto a diferentes entornos. No te limites a un determinado departamento y domina todos los aspectos para poder aprovechar más oportunidades". De esta manera, la moda estadounidense destaca en muchas revistas.