En primer lugar, no debemos mirar las cosas superficialmente. Los antiguos decían: "Escucha a ambos lados y serás iluminado; si escuchas a un lado, estarás oscuro".
En segundo lugar, no hace falta comentar las faltas ajenas. Como dice el refrán, “causa y efecto reencarnan, y tú recibirás tu propia retribución”. No tiene nada que ver con los demás.
No debemos crear karma negativo por cosas que no tienen nada que ver con nosotros mismos, de lo contrario la ganancia superará la pérdida.
En tercer lugar, si hay algún impacto. Si uno comprende profundamente las enseñanzas de las Escrituras, naturalmente podrá distinguir entre el bien y el mal, independientemente de si tienen influencia o no.
Si dudo o, aunque no ocurra tal cosa, sigue confundido.
Si le preguntas sobre la causa de la vida pasada, quién es el destinatario en esta vida; preguntas sobre el resultado en la vida futura, quién es el autor de esta vida.
Recuerda siempre qué causas estamos sembrando en estos momentos