1. Presta atención al tono de tu habla.
El tono de voz puede reflejar tu mundo interior cuando hablas y revelar tus emociones y actitudes. La forma de hablar bien es mantener un tono de voz coherente con el contenido del que se habla, sin importar de qué tema se esté hablando, y expresar adecuadamente su actitud hacia un tema determinado. Para hacer esto, su tono debe ser capaz de: transmitir la información que tiene a los demás de manera oportuna y precisa; persuadir adecuadamente a otros para que acepten un determinado punto de vista; alentar a otros a implementar una determinada acción; determinada decisión o hacer un plan.
2. Presta atención a tu pronunciación
Cada palabra y frase que decimos se compone de unidades fonéticas básicas, y luego añade el acento y la entonación adecuados. La forma de hablar bien es pronunciar correcta y apropiadamente, lo que te ayudará a expresar tus pensamientos con precisión y hacer realidad tus deseos. También es un aspecto importante para mejorar tu coeficiente intelectual verbal. Sólo pronunciando claramente cada sílaba podrá expresar sus pensamientos con claridad y enfrentarse con confianza a sus oponentes negociadores.
Por el contrario, una mala pronunciación dañará tu imagen y te impedirá mostrar tus ideas y talentos. Si su discurso está mal pronunciado y arrastra las palabras, puede indicar que su pensamiento está desorganizado, sus puntos de vista no son claros o tiene una actitud fría hacia un tema determinado.
Esto suele ocurrir cuando las palabras de una persona no son muy motivadoras y quiere transmitir su mensaje a los demás.
Lamentablemente, muchos gerentes frecuentemente cometen errores de pronunciación y desarrollan el hábito de arrastrar las palabras. Algunas personas han desarrollado un tono de hablar moralista, parecido al de un jefe, tarareando y arrastrando las palabras. También están muy orgullosos de ello, pensando que así pueden reflejar su majestuosidad y singularidad. Pero el resultado puede ser contraproducente, porque este tipo de "lenguaje oficial" hará que los subordinados se sientan extremadamente antinaturales, creando así una resistencia instintiva.
3. No hagas el sonido áspero.
El rango vocal de todos es muy flexible, algunos son agudos, otros son profundos, algunos son simples y otros son profundos. Entonces, ¿cómo hacer que tu voz al hablar suene bien? Al hablar, debes ser bueno controlando tu tono. Gritar fuerte significa nerviosismo, pánico o excitación, por el contrario, si hablas en voz baja y débil, hará que la gente sienta que te falta entusiasmo y falta de vida, o que eres demasiado confiado y despectivo, o que no necesitas a los demás; en absoluto.
A veces, cuando queremos que nuestro tema sea interesante para los demás, elevamos nuestro tono. A veces, para obtener un efecto de expresión especial, el tono se baja deliberadamente, pero en la mayoría de los casos, se debe encontrar un equilibrio apropiado entre los límites superior e inferior de su propio tono.
4. Controla el volumen al hablar
Cuando estás nervioso, tu voz suele ser aguda y aguda. Li Jingbo es el director del departamento de investigación de inversiones de una gran institución financiera. En su trabajo habitual, siempre estaba extremadamente activo y emocionado, y siempre gritaba fuerte para que todos escucharan lo que decía. Siempre que hablaba por teléfono, cada palabra que decía se podía escuchar desde varias oficinas de distancia. Algunos colegas quedaron desconcertados por parte de su comportamiento.
De hecho, la disuasión y la influencia del lenguaje son dos cosas diferentes del volumen de la voz. No crea que gritar definitivamente convencerá y reprimirá a los demás. Ser demasiado ruidoso sólo obligará a los demás a no escucharte y a odiar el sonido de tu voz. Al igual que el tono, la voz de cada persona también tiene su propio rango. Intente producir una variedad de sonidos con diferentes volúmenes y escuche con atención para encontrar el sonido más adecuado.
5. Prestar atención al ritmo del habla
El ritmo son los cambios ordenados y periódicos de fuerza y debilidad provocados por la pronunciación continua y las pausas al hablar. En la vida diaria, la mayoría de las personas no piensan en absoluto en el ritmo de su discurso. Y es importante seguir cambiando el ritmo al hablar para evitar la monotonía.
Cada idioma tiene su propio acento y velocidad de habla únicos. El francés es diferente del alemán, el inglés es diferente del español y el chino es diferente del inglés. La gente tiende a pensar que el ritmo de la poesía y la prosa son muy diferentes. De hecho, la diferencia relativa entre ambos radica en el acento regular e irregular.
La poesía tiene un acento regular y manejable, mientras que la prosa tiene una forma irregular. Cuando las personas están bajo presión, no pueden evitar hablar con un ritmo más libre que en prosa.
6. Presta atención a la velocidad al hablar
Para tener una buena voz al hablar, intenta mantener una velocidad de habla adecuada, ni demasiado rápida ni demasiado lenta, y ajústala constantemente mientras hablas. . Cuando quieras hablar con alguien, debes elegir una velocidad adecuada para llamar su atención, y no debes dudar bajo ningún concepto. De lo contrario, además de etiquetarte como "retrasado", también te pueden considerar un tonto. Una pausa ocasional está bien, pero no agregues "um" ni aclares la garganta nerviosamente durante una pausa.