¿Existe realmente Jack el Destripador?

Jack el Destripador existe realmente.

Jack el Destripador era el apodo del asesino que asesinó brutalmente al menos a cinco prostitutas en Whitechapel, al este de Londres, del 7 de agosto al 9 de noviembre de 1888. Durante el crimen, el asesino escribió repetidas cartas a las unidades pertinentes para provocarlo, pero nunca fue llevado ante la justicia. Sus audaces métodos criminales, que fueron exagerados repetidamente por los medios de comunicación, causaron pánico en la sociedad británica en ese momento. Hasta el día de hoy sigue siendo uno de los asesinos más notorios de la cultura europea y americana.

Aunque han pasado más de cien años desde que se cometió el crimen, cada vez hay más libros e investigaciones relacionadas con el caso. Sin embargo, debido a la falta de pruebas, existen diferentes historias sobre quién es el asesino y no hay superposiciones, lo que hace que el caso sea aún más confuso. Sin embargo, Jack el Destripador sigue apareciendo en la cultura popular actual a través de los medios de comunicación, la música rock, los juguetes y otros artículos.

Características de los crímenes de Jack el Destripador

1. Todas las víctimas eran prostitutas baratas de la base de la sociedad, todas ellas no tenían residencia fija.

2. La mayoría de las víctimas estaban casadas y tenían hijos. Posteriormente dejaron a sus familias y vivieron en el East End de Londres, y todos tenían convivientes.

3. Todas las víctimas tienen problemas de alcohol de moderados a graves; el alcoholismo es a menudo la razón por la que estas víctimas abandonan a sus familias.

4. A excepción del caso de Mary Kelly, se vio a los fallecidos en los otros casos de asesinato activos en las calles una o dos horas antes de que se encontraran sus cuerpos, y todos estaban borrachos.

5 Excepto el caso de Mary Kelly, donde un vecino escuchó a una mujer pedir ayuda alrededor de las tres de la madrugada, los demás asesinatos ocurrieron no lejos de las vías principales, y fueron muchos. casas cercanas. Parece suceder en silencio.

6. La policía determinó que el fallecido en el caso de asesinato no presentaba signos de fuerte lucha antes de su muerte.

7. Treinta minutos a dos horas antes de cada asesinato, testigos presenciaron al fallecido hablando con un hombre de unos treinta años, fuerte, de aspecto digno, con barba y sombrero.