No creo que las personas con puestos oficiales más altos tengan más probabilidades de ignorar la vida y la muerte. Hay tres razones para esto.
La primera razón es: Según las estadísticas, hasta el 1 de abril de 2020, 27 celebridades han muerto a causa del nuevo coronavirus en todo el mundo. El líder del Partido Demócrata Italiano, el Jefe de Estado Mayor del Ejército italiano, funcionarios del Ministerio de Sanidad británico, el Comandante de las Fuerzas Armadas polacas, el Ministro polaco de Medio Ambiente, el Ministro del Interior australiano, el Viceprimer Ministro español El ministro, el presidente de Brasil y otros funcionarios de todos los tamaños han sido infectados con el nuevo coronavirus. Hay tantos casos que no podían mantenerse al margen.
La segunda razón es: todos somos iguales ante la amenaza del virus. Todos somos iguales, no hay diferencias.
Los virus son despiadados. No significa que los virus no te infecten si tienes un puesto oficial superior. Es igual para todos. Si no presta atención a protegerse, no usa mascarilla, se reúne en grupos para cenar, no presta atención a su propia higiene y no toma la iniciativa de aislarse, aún puede estar infectado el virus, y no sólo hacerte daño a ti mismo, sino también poner en riesgo a las personas que te rodean.
La tercera razón es: personalmente creo que los ejecutivos pueden estar mejor protegidos, pero no pueden quedarse al margen. Por ejemplo, los líderes importantes definitivamente estarán bien protegidos y no irán a lugares públicos abarrotados. Tendrán acceso a los mejores suministros médicos y no tendrán que preocuparse por no poder comprar mascarillas médicas. La dieta será inspeccionada en detalle para garantizar absoluta salud y seguridad.
Pero como altos ejecutivos, aunque pueden obtener una buena protección, no pueden permanecer al margen de ella. Los altos ejecutivos tienen que trabajar más en la epidemia y considerar la situación general. Cómo prevenir y controlar la epidemia, cómo garantizar la seguridad de la vida de las personas, cómo reanudar la producción de manera ordenada, cómo abordar las relaciones con otros países en relación con la epidemia, etc.
Creo que los altos funcionarios deberían estar mejor protegidos. Si no se puede proteger a los líderes, ¿cómo se puede garantizar la seguridad del público en general? Ante un desafío tan grande como la epidemia, nadie puede mantenerse al margen. Simplemente se ubican en un nivel superior y coordinan la situación general.