Después de conducir un taxi durante más de diez años, mi salud está arruinada. Conducir un taxi hace que sea incómodo comer y beber y, a menudo, provoca un frío y un calor desiguales. Conducir un taxi también es propenso a sufrir hombros congelados, distensiones de los músculos lumbares, hemorroides y otras enfermedades. Preste atención a una dieta regular, evite la fatiga excesiva, mueva los hombros, la cintura y las piernas con regularidad, haga ejercicio con regularidad y realice más automasajes.