La ciudad rural de Leesburg, Georgia, guarda un oscuro secreto. Una maldición centenaria ha dejado a sus ciudadanos con el hábito de comer carne humana. La imposibilidad de salir de la ciudad limitó las fuentes de alimentos de la gente, por lo que tuvieron que atraer a viajeros desprevenidos, y la singularidad de la ciudad rápidamente la convirtió en una opción turística. Los problemas surgen cuando el gobierno federal libera a un astuto delincuente callejero en su comunidad.