La terapia de semi-ayuno es un método popular de pérdida de peso. Su principio es controlar la ingesta diaria de alimentos para lograr el propósito de consumir el exceso de grasa corporal. En la terapia de semiayuno, sólo se consumen entre 500 y 800 calorías al día y la cena debe terminarse antes de las seis, lo que pone al cuerpo en un estado de ayuno prolongado.
Además de la pérdida de peso, la terapia de semiayuno tiene otros beneficios para el organismo. Debido a que el ayuno prolongado promueve los mecanismos de autorreparación del cuerpo, el semiayuno puede ayudar a mejorar los niveles de azúcar y colesterol en la sangre y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Al mismo tiempo, en el proceso de controlar la dieta, las personas también pueden aprender a llevar un estilo de vida más saludable y desarrollar buenos hábitos alimentarios.
Sin embargo, la terapia de semiayuno no es adecuada para todas las personas. Debido a un control estricto de la ingesta de alimentos, el cuerpo puede recuperarse y la grasa consumida puede volver a acumularse fácilmente. Al mismo tiempo, la terapia de semiayuno no es adecuada para quienes realizan ejercicios de alta intensidad o trabajos pesados, porque necesitan consumir más energía para mantener las condiciones normales de trabajo. Antes de embarcarte en la terapia de semiayuno, lo mejor es consultar con un médico o nutricionista para asegurarte de que tu condición física es la adecuada para este método.