El requisito previo para su efecto en el organismo es una alta concentración de inhalación y un tiempo prolongado. Si no, no te preocupes, el ozono en sí tiene poca estabilidad y se descompone fácilmente en el aire. Inhalar una pequeña cantidad es inofensivo. Clínicamente también existe la ozonoterapia con agua, que consiste en disolver ozono en agua y luego beberlo, lo que tiene ciertos efectos sobre el estreñimiento y el mal aliento.