La aparición de la “Luna Azul” está relacionada con las condiciones de la atmósfera terrestre. En circunstancias normales, la luna emite un color blanco nacarado, a veces se ve un tinte amarillento. Sólo aparece azul en determinadas circunstancias. Si hay una gran cantidad de partículas de polvo suspendidas en la atmósfera y hay pequeñas gotas de agua mezcladas en la atmósfera, el pequeño polvo en la atmósfera dispersará la luz azul y la luna se verá azul.