Según la descripción de los padres, fue provocado por una pelea entre padres e hijos. Por lo tanto, los niños se suicidarán tirándose de un edificio cuando tengan una crisis emocional.
Los padres son los mentores de vida de sus hijos, por lo que la mayoría de las tareas de enseñanza de sus hijos son asumidas por sus padres. Los profesores sólo pueden desempeñar un papel de guía, y los padres son siempre el papel más importante en el crecimiento de un niño. Por lo tanto, muchos padres no hacen un buen trabajo en la educación de sus hijos, y la relación entre sus hijos y sus padres incluso cayó en un período de congelación. Un joven saltó de un edificio en el área de Taiyuan y fue atrapado por la policía con sus propias manos.
La policía de Taiyuan, Shanxi, recibió una llamada del público informando que un adolescente estaba a punto de saltar de un edificio en la comunidad. La policía llegó inmediatamente al lugar del accidente. El niño, que era sólo un adolescente, decidió saltar del edificio alto a pesar de la persuasión de la policía y de que no había solución. Primero, dos policías tocaron con sus propias manos al joven que saltó desde el alto edificio, salvando así una tragedia. En el accidente, los dos policías sufrieron heridas de diversa consideración en los brazos. Sin embargo, la policía no se quejó. Ésta también es responsabilidad básica de la policía. Los padres deberían enseñar de una manera más amable.
Los padres pueden educar a sus hijos de diversas formas, pero no pueden utilizar la violencia. El llamado concepto de hijos filiales que emergen del palo ya no es aplicable a la sociedad moderna. Ahora la sociedad debería utilizar un método educativo más suave para enseñar. La existencia de la educación de los padres afectará directamente la visión del mundo y la dirección de la vida futura de sus hijos. Cuando los padres tienen conflictos con sus hijos, no deben utilizar palabras para estimularlos.
Hoy en día los adolescentes son rebeldes, lo cual es un fenómeno normal en psicología. Esto es también lo que llamamos el período de picardía y desobediencia a la disciplina, que ocurre principalmente entre los quince y dieciséis años. Los adolescentes durante este período son más enérgicos y también es un período importante para formar sus propios valores. Por tanto, los padres deberían prestar más atención a su enseñanza y trabajo durante este período. Especialmente cuando hay un conflicto entre las dos partes, los padres no deben utilizar palabras más duras para estimular a sus hijos.