En octubre de 2019, la familia real tailandesa anunció que la princesa Sineenat sería despojada de sus títulos reales, títulos militares y medallas existentes. La razón fue que Sinina fue encarcelada por su excesiva ambición y deslealtad al rey.
Sinina solía ser enfermera en un hospital militar y fue asignada a la Guardia Real en 2015. En aquel momento, el rey de Tailandia aún no había subido al trono, sino que era simplemente el príncipe heredero. En ese momento, Sinina comenzó a mostrarle todo tipo de atenciones. Llevó un traje que dejaba al descubierto el ombligo para celebrar su victoria e incluso aprendió a pilotar un avión de combate para el rey de Tailandia. Tras la muerte del anterior rey de Tailandia en 2016, el rey Maha Vajiralongkorn le sucedió en el trono. Sin embargo, para llorar a su padre, no se celebró ninguna ceremonia de sucesión hasta 2019. Pero ella no se casó con el rey de Tailandia ni con Sineenat. En cambio, se casó con Suthida, que nació como azafata, y la nombró reina tres días antes de la ceremonia. Sin embargo, la reputación de este rey tailandés no es buena y se comporta de manera disoluta.
Sin embargo, menos de tres meses después de la canonización de la reina, el rey tailandés canonizó a Sineenat como su concubina. Se dice que este es el primer caso ocurrido en Tailandia en el siglo pasado, que rompe el sistema tradicional de monogamia tailandés. Sineenat siempre ha sido la favorita después de su sello lateral. A menudo aparece en público con el Rey de Tailandia y es extremadamente cariñosa. La familia real también publicó fotografías de ella posando en un avión de combate en su sitio web oficial. Pero los buenos momentos duraron poco, el 21 de octubre de 2019. El malhumorado rey de Tailandia la privó del título de princesa con una orden. La respuesta oficial de la familia real fue que Sineenat se había comportado de manera inapropiada y desleal con el rey. Dijo que ella era demasiado ambiciosa y quería reemplazar a la reina.
Se rumorea que Sinina fue encarcelada en la famosa prisión central de Khonglong, donde están encarcelados traficantes de drogas y algunos criminales extranjeros. Una celda ordinaria tiene sólo 4,5 metros cuadrados. Poco después se difundió la noticia de que la princesa depuesta de Tailandia había muerto en prisión. Según los medios tailandeses, el funeral se celebró en un templo remoto para mantener un perfil bajo y poder mencionar nombres. La familia real tailandesa no ha hecho ninguna declaración ni aclaración.