Debido a factores de rentabilidad, cuando hay un desequilibrio entre la oferta y la demanda en determinados mercados, las enormes ganancias incitarán a muchos cazadores furtivos a asumir riesgos.
Desde que el ser humano empezó a situarse en la cima de la cadena alimentaria, su impacto en la naturaleza ha ido en aumento. A medida que las huellas humanas continúan expandiéndose, muchos animales han desaparecido de la tierra. Aunque en los últimos años los seres humanos han comenzado a proteger conscientemente a algunos animales en peligro de extinción, la caza furtiva todavía está prohibida. La última jirafa blanca del mundo ha sido equipada con un localizador. Se trata de una decisión indefensa tomada por la gente para protegerla.
En la sabana de Kenia, una jirafa blanca como la nieve y elegante deambula sola. Esta es la última jirafa blanca sobre la tierra. Para evitar que los cazadores furtivos la maten, se instalaron dispositivos de rastreo en las astas de la jirafa blanca, que emiten una señal cada hora para que los guardabosques sepan dónde está.
La jirafa blanca es una de las especies de jirafas más raras. Fue descubierta en junio de 2017. Los expertos dicen que tiene el "gen del abedul blanco". Pero en marzo de este año se descubrieron los restos de dos jirafas blancas, según la Asociación para la Conservación de la Naturaleza local, que fueron asesinadas por cazadores furtivos.
Al ser la única jirafa blanca que queda en la Tierra, la gente tiene que instalar localizadores en sus astas como último recurso, con la esperanza de protegerla mejor. Las enormes ganancias son la razón fundamental por la que los cazadores furtivos se están volviendo cada vez más rampantes.
A medida que la gente comienza a proteger varios animales en peligro de extinción, hay una grave escasez de oferta en el mercado de diversas pieles, materiales medicinales u obras de arte relacionados. Aunque los países afectados han prohibido explícitamente la caza furtiva, a medida que la demanda crece y la oferta se reduce, los beneficios también han aumentado explosivamente.
El dinero atrae a las personas. Cuando los beneficios alcanzan un cierto nivel, muchas personas siempre optarán por correr riesgos e ir a cazar furtivamente en reservas de vida silvestre. Especialmente en las zonas subdesarrolladas, simplemente no hay suficiente energía para proteger a todos los animales en las áreas protegidas, lo que deja oportunidades para los cazadores furtivos.
Esto de repente me recordó cierta frase: "Si no hay compra y venta, no hay muerte". Pero siempre hay personas en el mundo que tienen demanda de ciertos artículos especiales, y las enormes ganancias contenidas en ellos son los factores fundamentales que impulsan a los cazadores furtivos a volverse cada vez más rampantes. Quizás algún día en el futuro veamos informes sobre la caza furtiva de la última jirafa blanca, pero no hay mucho que podamos hacer al respecto.