El noveno día del segundo mes lunar es el aniversario del cumpleaños del Maestro Huineng, el sexto antepasado del Budismo Zen en China.
Huineng (638-713), cuyo apellido común era Lu, era de Xinzhou, Lingnan (ahora condado de Xinxing, Guangdong) en la dinastía Tang. El fundador del budismo Zen recibió el manto de Hongren, el quinto antepasado de Huangmei, y heredó el método Dongshan. Es el sexto antepasado del Zen y es conocido como el sexto antepasado del Zen en el mundo. Zhongzong de la dinastía Tang fue nombrado póstumamente Maestro Zen Dajian.
El Sexto Patriarca escribió el "Tan Sutra" que se ha transmitido al mundo. Es uno de los monjes budistas más influyentes de la historia de China. El verdadero cuerpo del Maestro Zen Huineng está consagrado en la Pagoda Lingzhao del Templo Nanhua en Shaoguan, Guangdong.
El maestro Caoxi Huineng, venerado como el sexto antepasado del Zen, tiene un significado profundo y sólido para la difusión del budismo chino y el Zen. Hui Neng recibió el manto del Quinto Patriarca Hongren, heredó el linaje Dongshan Dharma y estableció el Nanzong, promoviendo el método Dunjiao de "apuntar directamente al corazón humano y convertirse en un Buda al ver la propia naturaleza".
El significado práctico del pensamiento Zen del Sexto Patriarca
En la vida real, también debemos mirar todo con un pensamiento Zen y un estado de ánimo pausado, sin centrarnos en asuntos triviales como triviales. importa Preocuparse e ignorar la integridad de las cosas, de modo que la vida esté llena de cargas y preocupaciones. Además, debemos saber que todo el asunto en sí no existe y también es un fenómeno temporal. Mirando el mundo desde una perspectiva Zen, existe y no existe.
La existencia se debe a que la vida misma aún continúa, por lo que es necesario participar activamente en la vida del mundo real y ayudar en el funcionamiento del mundo real. Por otro lado, debes seguir las circunstancias, hacer lo que puedas y hacer lo mejor que puedas cuando suceda algo, y no forzarte, para no aumentar tus propios problemas.
Si tienes expectativas demasiado altas sobre las cosas, las personas, la fama y la fortuna, inevitablemente te preocuparás por las ganancias y pérdidas, te harás daño a ti mismo y a los demás y sufrirás un dolor inexplicable. Por lo tanto, la idea del Zen requiere que observemos los cambios en los fenómenos del mundo en su conjunto y comprendamos que el mundo en su conjunto es también una existencia temporal e ilusoria.